martes, 19 de mayo de 2015

La Roma desnuda

Algunas fotografías de esculturas romanas, del Museo Arqueológico de Sevilla y de Itálica...


El desnudo es un género artístico que consiste en la representación en diversos medios artísticos —pintura, escultura o, más recientemente, cine y fotografía— del cuerpo humano desnudo. Es considerado una de las clasificaciones académicas de las obras de arte. La desnudez en el arte ha reflejado por lo general los estándares sociales para la estética y la moralidad de la época en que se realizó la obra.


Aunque se suele asociar al erotismo, el desnudo puede tener diversas interpretaciones y significados, desde la mitología hasta la religión, pasando por el estudio anatómico, o bien como representación de la belleza e ideal estético de perfección, como en la Antigua Grecia. 
Fuente: Wikipedia.


Grecia fue el primer lugar donde se representó el cuerpo humano de una forma naturalista, lejos del hieratismo y la esquematización de las culturas precedentes. Para los griegos, el ideal de belleza era el cuerpo masculino desnudo, que simbolizaba la juventud y la virilidad, como los atletas de los Juegos Olímpicos, que competían desnudos. El desnudo griego era a la vez naturalista e idealizado: naturalista en cuanto a la representación fidedigna de las partes del cuerpo, pero idealizado en cuanto a la búsqueda de unas proporciones armoniosas y equilibradas, desechando un tipo de representación más real que mostrase las imperfecciones del cuerpo o las arrugas de la edad.



Con un claro precedente en el arte etrusco, el arte romano recibió una gran influencia del arte griego. Gracias a la expansión del Imperio Romano, el arte clásico grecorromano llegó a casi todos los rincones de Europa, norte de África y Próximo Oriente, sentando la base evolutiva del futuro arte desarrollado en estas zonas. La mayor parte de estatuas romanas son copias de obras griegas, o están inspiradas en ellas.


En cuanto a la producción propiamente romana, aun manteniendo la influencia griega, son características las estatuas de emperadores romanos divinizados, desnudos como los dioses griegos, que si bien mantienen un cierto idealismo muestran un mayor estudio del natural en cuanto a las facciones de sus retratos.


En época imperial el interés por el desnudo decayó, en paralelo al concepto idealizante de la escultura, cobrando mayor relevancia el realismo y la descripción pormenorizada de los detalles, aun los más feos y desagradables, estilo que tuvo su mayor cristalización en el retrato. 


Los griegos concedieron gran relevancia al cuerpo desnudo, del que se sentían orgullosos, ya que no sólo era el reflejo de una buena salud física, sino que era el recipiente de la virtud y la honestidad, así como le otorgaban un componente de avance social, en contraposición a las inhibiciones de otros pueblos menos civilizados. Para los griegos el desnudo era expresión de integridad, nada relacionado con el ser humano en su conjunto podía eludirse o aislarse. Relacionaban cuerpo y espíritu, que para ellos estaban unidos indisolublemente, de tal manera que incluso su religiosidad se materializó en unos dioses antropomórficos. Relacionaban elementos aparentemente antagónicos, y así como algo tan abstracto como las matemáticas podía llegar a proporcionarles placer sensorial, algo material como el cuerpo podía convertirse en símbolo de algo etéreo e inmortal. Así, el desnudo tenía un componente moral que evitaba el simple sensualismo, por lo que no les resultaba obsceno ni decadente, como en cambio les parecía a los romanos. Esta interrelación entre cuerpo y espíritu es inherente al arte griego, y cuando artistas de épocas posteriores imitaron el desnudo griego —como en el caso del neoclasicismo y el academicismo—, despojado de este componente, realizaron obras sin vida, centradas en la perfección física, pero sin la virtud moral.