martes, 5 de julio de 2016

Club de Golf (Tuerto)

Shooting desnudo integral con Tuerto.


El lujo de la Libertá...

Después del evento #21J donde nos acompañó el modelo, nos trasladamos por la tarde a un lugar abandonado y tranquilo para hacer las fotografías.



Acompaño estas fotografías con algunos de mis escritos y poemas dedicados al mar, porque Tuerto es el mar encarnado, es un tributo a la libertá... Hace tiempo ya, cuando conocí a Tuerto, me impactó su historia, y ahora me impresiona aún más... La vida le prohibió el sol, Tuerto amante del nudismo y de la Mar no podía renunciar a ella y se tatuó las olas en su rostro... Ahora, paradojas del destino, también a mí la vida me ha prohibido el Sol...


Al viento le conté que el mar era el cielo, no sé si acaso me creyó, pero con él me sumerjo en un maravilloso sueño de libertad. Algo que desde mi interior se asoma al horizonte y duele, pero alegra el alma. 
Las olas de poniente que arrebatan las ideas y revuelven todo aquello que permanece asentado y olvidado, sentir el vaivén durmiente que te lleva y te trae por dentro del espíritu mismo. La libertad si existe está en ella, en cada gaviota, en cada alga, en cada roca, está allí y baila con todos nosotros. En su playa soy la diosa de la arena, del sol, hija de Ra, del mar una sirena; la luna me envidiaba irónica mostrando su rostro pleno de Monna Lisa. 
El agua calma es un espejo con mentiras que alaban lo que miran, la luz cegadora, la vida, el color. Allí soy libre de los caminos tortuosos que me inspiran la necesidad de llenar cualquier cosa en blanco. 
Quiero volver al mar, quisiera volver al cielo, con los ángeles, las estrellas, las sirenas, la Luna, Marte y Venus, las gaviotas, las conchas nacaradas, los granates que se pierden en la arena, sílice preciosa, quisiera volver a amar, a la mar, al cielo. 





 Villancico estival

Dicen que las olas vienen
Dicen que las olas van
Dicen que el amor se muere
Como las olas del mar

Dicen que las olas vienen
Junto a la orilla de mar
Y allí se rompen de pena
Pues no se pueden quedar

Dicen que se van las olas
Porque al jugar con la arena
Se dejan las caracolas
Y el corazón además

Dicen que el amor se muere
Y cuando el amor se va
Se queda sola la arena
Y el corazón de coral

Tan seco como una piedra
Cuando las olas se van
Dicen que las olas vienen
Dicen que las olas van




 Tú, Neptuno, Dios verde de las algas
Sal de la sal y el Yodo, sal del lodo
Cubre mis besos con tu coral rojo
Baña mi pecho con tus olas de oro
Pon rizos de topacio y arena ámbar
Al seno en mil pedazos derramado.
Los peces de tus ojos resbalosos
Por entre mis dedos han escapado
Y en mi vientre espumoso se han posado
De plancton submarino lo han llenado.
Tu tridente has clavado receloso
Al cuello como dientes nacarados
Como presente un collar de perlas
Negras y blancas y blancas y negras.
Nerviosas caracolas en mis rizos
Tus mareas han llenado de erizos
Y mareas mi sonrisa bivalva
Desde el faro que le canta a la luna
Creciente, rodeada de medusas.
Como carabela que nadie guíe
Me estrello en tu pecho de arrecifes
Y desnuda ya de anclas y de velas
Estrellas de mar y cielo me velan
Desde el fondo mis ojos cristalinos
Buscan tu corazón, coral marino.
Poseidón, húndeme en tus corrientes
No me dejes en la orilla   aquí al relente
Con la pena amarilla             repelente
Recorriendo mi mejilla            penitente
No mires las sirenas que te gritan
Tan llenas de podridas cianofitas
Cubre mis 2 isletas con la arcilla
De tu piel. Con el viento de Poniente
Acaríciame el semblante y por sombrilla
Usa la concha, vieira, peregrina.
No permitas que el viento de Levante
Levante los percebes de otros mares
Ni me lleven pulpos y calamares
A otros fondos marinos abisales
Calma mi alma con tu mar Pacífico
Deja a aquel pirata terrorífico
Que se hunda en los mares del Atlántico
Usa tus navajas para romper
La trampa que me atrapa en la red
Del pescador que al Mar Muerto lleva
Mi ánima como en lata de conserva
Navegantes, bogavantes, atunes
Y sirenas; sextantes expectantes,
Náufragos, tabernas, puerto y luces
Giratorias de linternas gigantes.
Desde los astrolabios besucones
Tormentas y tremendos nubarrones
No quiero maremotos con los cascos
Sobre las calaveras de los barcos
Ni cruces de las naves bucaneras
Que me claven en un cielo de gaviotas
Donde mirarte con las alas rotas
No quiero ni canciones ni banderas
De otro mar que no sea el Mare Nostrum
Con las ostras forma unas castañuelas
Y que los delfines bailen en quórum
Espanta a los gusanos en anzuelos
Que clavan en mis ojos sus orzuelos
Asusta a las angulas que se enredan
Y suben por mis muslos a mi cueva
No dejes que otro mar bañe mi gruta
Ni permitas que 10 conchas esculpan
Dendritas de coral en mis espaldas
Nada por mi vientre a mariposa
Peces formen ósculos de guirnaldas
Y tu abrazo en un crepúsculo rosa
Se funda en un rumor de caracolas
Meciéndome mi cuerpo con tus olas.




Un león ruge en el mar embravecido de mi bañera
El mar ruge porque hay un león embravecido en mi bañera
Ruge un león y ruge un mar en mi bañera embravecida
Ruge mi bañera porque hay un león en la mar embravecida



 
El Sol se ahoga en el mar
Aferrándose cruelmente al día
Lo arrastra como el ancla al barco sin velas
Como un pájaro sin alas
El horizonte sangra
A la hora en que los sueños estallan
La luna es el puñal
Que le remata
El Sol en rutinaria cobardía
Se lleva con él la vida
Hacia el fondo de las aguas
Como un Dios en sacrificio ritual
Sepultando sus recuerdos en el mar
Hundiéndose lo Rojo en lo Verde
Como si nadie quisiera ya verle
Y al alba las olas remonta
Y asoma
Su cara redonda
Tras el reparo
               Del sueño embriagado
En su tumba de cristal
Donde agoniza       convertido en coral
Y se hace ceniza
Donde los peces son ángeles sin alas
Donde duerme cubierto de algas
Donde oculta su mirada
De las miradas
Que en el día no pueden verle
Como un Dios que se recrea en su suerte
De creador diario y por siempre
Trae la muerte
Y trae la vida de repente
Día a día, noche a noche
En rutinario derroche
De fuerza y energía
Ra tremendo
Izándose en el viento.





Querría escapar en estos días que nace el verano de la sombra gris cuadrada de los muros con ventanas, de esos ojos que me miran criticando cada uno de mis pasos; de ese camino que no sé donde dirige mi locura. Quería escapar y vagar desnuda de mi pereza por senderos cubiertos de sombras rojas de hojas verdes; por bosques de silencios de pájaros y ojos de insectos voladores; dejar mis ideas viajar con ellos rodeando mis cabellos. La ciudad que me aprisiona entre sus nubes de ceniza rencorosa, me ofrece abierta sus parques de palomas y cisnes, de flores frescas de colores, con una paleta de corazones rojos, de venas violetas, de ojos verdes, de cabellos siena, de pieles ocres, de pulmones blancos, de cielos añil, de bocas alizarín, de dientes de marfil, de pupilas de ébano. 




Gaviotas de tela
Son los veleros
Alas de seda
Sobre un espejo





Por ese ojo tan claro
En esa cara serena
Pues que es + que un descaro
Se cura toda las pena





Plenilunio

En una noche de estío tardío
Dulce luz azul
Serena sensualidad
De curvas en carnes sienas
Suave sueño celeste
Entre la penumbra agreste
Silencioso sonar de sirenas
Triste trance tranquilo
Pasa rozándonos la realidad
La luna es la flor del almoradux
Los árboles verdes envuelven
Tu melancolía marinera
Y en la coraza costera
El mar estrella corrientes
Y algunas algas gelatinosas
Se enredan en mimosas rocosas
Selene se viste de azul
Y le pone broche a la noche.
Acaricia mi corazón
Y lo estrella contra un malecón.
Suave sueño celeste

Perverso verso de amor.




De la campana
Cuelga el
Badajo,
El fuego
Empieza
Abajo
La torre
Se empina
Por la colina
Huevos
Pone
La gallina
La fuente
Estalla
En gotas
De agua.



Este shooting ha sido organizado por Blankagi Photografy para Foto-Sevilla, con plazas limitadas para fotógrafos, en total 10 compañeros. 


©Todas las imágenes y escritos de este blog tienen derechos de autor, no usar sin permiso. 

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